5 errores que cometí con mi marca de calzado y que tú puedes evitar

Desde fuera siempre parece todo fácil. Se te ocurre una idea y crees que ponerla en marcha es cosa de "dos minutos" y que en 3 días vas a estar facturando.

Si estás emprendiendo y llevas ya un tiempo con tu proyecto, ya te habrás dado cuenta de que esto NUNCA (o prácticamente nunca) es así.

Por el camino pasan cientos de cosas, que convierten tu plan inicial en una carrera de obstáculos y que hacen que ese "plan de negocio" (si lo has hecho), ya no valga para nada.

¿Qué errores he cometido yo que pueden ayudarte a pensar si estás emprendiendo en calzado?

Y digo bien, a pensar, porque puede ser que tu caso sea diferente...

¡Y ojo! Al principio, no arriesgues. Haz un mínimo producto viable con el menor presupuesto posible. Si es coste casi cero, mejor. Y lo más rápido que puedas. Primero valida el producto y el encaje con el mercado.

Yo me refiero a arriesgar poco cuando ya ves que el producto funciona, que ya está validado. Esperar a ver qué tal sale A o B, qué tal funciona una fábrica u otra, probar aquí y ver primero qué ocurre. SI eso lleva poco tiempo, hazlo así. Si lleva mucho, arriésgate.

¿Por qué? Porque el tiempo es oro y es mejor arriesgar (con sentido y de forma controlada) que pasar mucho tiempo esperando, probando, volviendo atrás y adelante... Esto, en mi caso, ha retrasado muchísimo mi proyecto y por eso, para mí, es el punto principal.

Esto quizá no es políticamente correcto decirlo en las fábricas (especialmente si fabricas en España). Ellos quieren siempre toda la producción de calzado y es cierto que cuando empiezas tienes poco volumen y las fábricas te dan peores precios porque eres pequeño.

Por tanto, parece que tener una fábrica de calzado es mejor, porque a medida que creces, tienes más volumen, mejores condiciones, etc.

Hasta aquí todo correcto. Y tiene sentido. Ahora, ¿qué pasa cuando esa fábrica no funciona?

Pues que tienes que empezar de cero otra vez y esto es buscar fabricantes de zapatos, reunirte, que te hagan muestras, que te den presupuesto, que aprendan a hacer tu calzado...

El resumen de todo eso son MESES y MESES de trabajo.

Si tienes varias fábricas, tendrás peores precios, pero te aseguras tener stock. Para mí esto es básico y ha sido uno de mis mayores quebraderos de cabeza.

Esto va unido a los dos anteriores. No tienes fábricas, eres pequeño, no te hacen las cosas rápido y, por tanto, no tienes nunca stock de calzado.

Y como tampoco te arriesgas, no te la juegas a fabricar mucho por si acaso.

¿Conclusiones? No puedes vender porque no tienes zapatos que vender. Así he estado yo muchos años.

Arriésgate, cuenta con fábricas (varias) y almacena el stock donde puedas, duerme encima de cajas o lo que quieras, pero NO te quedes siempre a cero.

Si ya estás dentro del mundo del calzado, sabrás que es uno de los artículos más complejos de la moda.

Intervienen decenas de proveedores diferentes que tienen que estar en contacto para que todas las piezas cuadren.

Si el montado del zapato está bien, pero la horma no es correcta y no calza bien, el zapato no será cómodo.

Si la horma es correcta, pero el patrón no está bien hecho, también se desbocará.

Si la horma y el patrón están ok, pero las suelas (los pisos) están mal fabricados o no tienen la altura correcta (la misma que la horma), tienes un problema.

Y si has hecho los troqueles y algo falla en el patrón, tendrás que hacer doble inversión. Y si te has equivocado con la horma, el patrón y el troquel, tendrás que empezar de cero otra vez.

¿Qué quiero decir con esto? Que analices bien el producto final y veas con algún experto en calzado que esté todo correcto. Ahorrarás tiempo, dinero y disgustos.

Esto es algo muy común cuando emprendes. Yo en realidad lo descubrí con otra marca que lancé de accesorios para mascotas.

Creas un producto, te piensas que es el mejor del mercado (oye, que igual lo es, pero es posible que haya otros también buenos) y crees que por lanzar una web muy chula ya está todo hecho.

Y que en ese segundo, miles de personas van a ir a buscarte a ti y tu producto.

Este es un error de libro.

No te conoce nadie, no te busca nadie, por supuesto, Google no te indexa rápido y nadie te compra al principio.

Entender que esto es normal es el primer paso para seguir trabajando.

Vender online requiere mucho más tiempo que vender en una tienda física. Si tu negocio es un ecommerce de calzado, tenlo en cuenta.

Hay que hacer distintas estrategias de marketing para vender, captar leads, hacer una buena página de producto, crear calendario de campañas y contenido, crear una conexión con el cliente, trabajar mucho el copy (básico este punto) y sobre todo, DIFERENCIARTE.

Si estás en ese punto, trabaja la web. Esto lo primero. Tus valores diferenciales, tu propuesta de valor. Tu página de producto, Tu menú. Tu historia. Y luego haz campañas. Pero empieza por el principio.

Yo también pensé que con subir dos fotos de zapatos valía, pero no. Eso no sirve de nada.

Bien sabes que no. Cometo errores cada día. Son miles las cosas que me han pasado a lo largo de estos años. Pero quizá estos son - para mí - los básicos que cambiaría y que hoy me plantearía diferente.

Si estás emprendiendo en el sector calzado o estás pensando en crear tu propia marca de zapatos o tu propia tienda de calzado con zapatos de otros, puedo ayudarte con una mentoría express a poner el foco en lo importante y avanzar más rápido.

Cuéntame tu caso aquí.